Comenzaré como en todas las historias por el principio. Había una vez, un chico que se perdió en mitad de un bosque. Y como no había visto nunca ningún capítulo del Último Superviviente, se hizo pis-pis encima de terror.
Moraleja: Todo el mundo debe ver en su vida algún episodio del Último Superviviente. Y recordad, cuando os perdáis en el bosque, cualquier bicho que os encuentres... ¡es una balsa de proteínas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario